viernes, 24 de septiembre de 2010

E-readers

E-reader sobre un puñado de libros vía Wikipedia
La gente los llama libros electrónicos, e-books, e-readers, lectores electrónicos, y varios más que ahora no recuerdo. He estado últimamente interesado en comprar uno de estos y he de decir que hay una amplia variedad  de modelos para todos los gustos y preferencias.
Su principal "raison d'être" es que sus pantallas son de tinta electrónica, más planas que las TFT y de cristal líquido las cuales necesitan retroiluminación, consumen menos y se consigue una visualización de la pantalla mas cómoda, dado que la imagen es estable (no necesita refresco), un ángulo de visión más amplio y que refleja la luz de ambiente en vez de usar retroiluminación, como antes se ha mencionado.
De las últimas novedades en estos aparatos es la conexión 3G y Wi-Fi que ofrecen, donde para lo primero entra en juego la región y el operador con el que tenga los servicios contratados la compañía a la que le compres el lector. Ambas tecnologías orientadas para la rápida disponibilidad de los libros electrónicos que se ofertan por las empresas que te venden el producto, o por foros y páginas dedicadas a ello como el Proyecto Gutenberg, Vagos, y otros (seguramente me salto enlaces más relevantes y agradezco cualquier aportación).
Algo que leí recientemente sobre los libros electrónicos, que no los e-readers, es la controversia que hay alrededor de los que vienen protegidos con la licencia DRM, la cuál limita las posibilidades de prestarlos ya que no compras el libro electrónico en sí, sino esta licencia, lo que no ocurre con los libros de papel, por esta y otras razones, los e-readers ofrecen soporte a diversos formatos de e-books.
Próximamente, (en navidades seguramente) es posible que me decida a comprarme un lector (estoy decidiéndome entre el booq Avant de Luarna, el Kindle 3G Wi-Fi de Amazon y el Papyre 6.S Alex de Grammata) y por lo que llevo visto algunos modelos, en especial el tercero mencionado, hace plantearse la compra de un tablet por la similitud de precios y las aplicaciones que se les están añadiendo, pero claro, se pierde la ventaja de la tinta líquida.
Si se es un lector habitual, la opción puede que merezca la pena, ya que además se está ampliando con el tiempo el abanico de libros en castellano.
Ya os comentaré la experiencia con el lector por el que me decida cuando esté en mis manos.

Actualización:
Aquí encontré buscadores de libros electrónicos.

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